A la finalización de la temporada pasada, fuimos conocedores de la buena noticia que nos proporcionaba la Junta de Castilla y León, aprobando el proyecto para regular ciertos aspectos de las competiciones deportivas no federadas. La garantía y cobertura de la asistencia sanitaria y protección a los participantes –sea cual fuere su condición-, como se exige por Ley al deporte federado, parecía ya un asunto de agenda para el Gobierno regional, igual que lo había sido para las Federaciones deportivas durante décadas.

Independientemente del cariz de la competición, federado o no, oficial o no, el deportista verá cubierta su salud, como debía haber sido desde tiempo atrás; acortando, de esta manera, la injusticia que se producía anteriormente al ser la sanidad pública quien, por increíble que parezca, debía hacerse cargo de los lesionados del deporte aficionado, con un nivel más alto de siniestralidad que el deporte federado u oficial. Por lo tanto, no éramos todos iguales, y el alto nivel lucrativo para ciertos organizadores “piratas” en ciertas competiciones festeras comenzaba a ser alarmante a la par que fácil.

Pero ahora queda lo peor. Llevarlo a cabo y hacer frente a centenares de atropellos que se acometen en nuestra Comunidad a diario. Pero no sólo es cuestión del Ejecutivo regional dar por bueno el proyecto de Decreto. Será labor de todas las Federaciones pelear porque esto se cumpla y se exija en su totalidad. La sensibilidad de la sociedad castellano y leonesa debe ser alta con respecto a esta cuestión. Pero antes, será nuestra obligación dar visibilidad a este problema en el que, muchos ciudadanos, por desconocimiento, no reparan. Que esta temporada sea la del principio del fin de la injusticia y gravamen que llevan años soportando el deporte federado y sus practicantes.

Marcelino S. Maté Martínez
Presidente de la Federación de Castilla y León de Fútbol
Vicepresidente de AFEDECYL